jueves, 8 de septiembre de 2011

El jamón (I)

Uno de los manjares culinarios más reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras es el jamón, resultado de salar en crudo y curar las patas traseras del cerdo. Su origen es muy antiguo, siendo probable que fuese introducido en la península ibérica por los fenicios. Sí se conocen referencias de su consumo entre los romanos; de hecho, en la antigua ciudad romana de Tarragona se encontró un jamón fosilizado de casi dos mil años.

Foto: lasbellotas.es
Son muchas las Denominaciones de origen de este producto existentes en España pero todas ellas se pueden aglutinar hasta distinguir dos tipos de jamones: los ibéricos y los serranos:

1.- El jamón ibérico procede del cerdo de la raza ibérica, un animal criado en libertad y alimentado, básicamente, por bellota. El producto final es fácilmente reconocible gracias a su aroma, sabor y textura. En Andalucía, gozan de enorme fama los jamones de este tipo pertenecientes a la Denominación de origen Jamón de Huelva, y a la de los Pedroches (Córdoba).

2.- El jamón serrano se elabora, como su nombre indica, en zonas de sierra algo más frías que las del ibérico. El cerdo del que procede es de raza blanca, siendo en nuestra región muy popular la Denominación de origen Jamón de Trevélez (Granada).

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